Este blog pretende ser un lugar de encuentro y consulta complementario de la "Escuela de Familias" puesta en marcha por la Liga Palentina de la Educación, con la colaboración de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Palencia (FAPA-Palencia).
En el mismo se podrán seguir las actividades que la Escuela vaya programando en los distintos centros públicos de la capital y provincia, así como debatir y consultar sobre los temas que en las distintas sesiones de trabajo se traten.
Igualmente se podrán realizar consultas sobre la problemática que presentan nuestros hijos en las distintas edades por las que pasan durante su periodo formativo.
Si eres poco experto en esto de los blogs, lee en la columna de la derecha el apartado "Si entras por primera vez ...."; te puede ser útil.


domingo, 18 de diciembre de 2011

YO QUIERO IRME A FINLANDIA, Y LUEGO VOLVER…

“Imaginar es resolver un problema en un mundo donde la ilusión, es la solución”


La imaginación es un bien indestructible que tenemos las personas, posiblemente sea la aptitud más humana de todas las que poseemos. Es una facultad que nos permite dibujar y crear la realidad de una forma diferente. Con estas premisas he cogido mi lápiz y he hecho un viaje imaginario a Finlandia para tratar de descubrir las claves del éxito de su sistema educativo, es el mejor del planeta según los últimos informes PISA.
Finlandia, país de bosques y lagos, es conocido sobre todo por la belleza de su naturaleza intacta. En el extremo norte las noches blancas, durante las cuales no se pone el sol, duran unas diez semanas en verano. En invierno, la misma zona atraviesa casi ocho semanas sin que el sol apenas despunte por el horizonte. Cuenta con 5,3 millones de habitantes y tiene una superficie total de 338000 Km.(Castilla y León tiene 94225km.)
La primera impresión que uno se lleva al asomarse a la ventanilla del avión es la gran cantidad de árboles que existen. Una alfombra de bosques interminables, salpicada de lagos, algunas granjas y pequeñas poblaciones. Así pues, cuando se aterriza en Helsinki, sorprende en cierto modo el hecho de que el aeropuerto sea tan moderno.
Una vez he llegado al hotel me he puesto en contacto con Heikki Matti, maestro con el que voy a intercambiar experiencias. Desde este momento Heikki será un verdadero anfitrión. Los maestros en Finlandia son muy respetados y, según Matti gozan de una gran reputación”. Para llegar a ser docente tuvo que cursar tres años de licenciatura y dos años de master. Para acceder a la carrera tuvo que sacar una nota elevada y pasar una prueba de selección. En el año que él accedió, de 1.400 solicitudes destinadas a cursar los estudios para formar parte del profesorado, solo pasaron las pruebas el diez por ciento, es decir, 140 maestros. El respeto hacia el profesor en ese país parece haber encontrado el equilibrio entre la obediencia ciega que se profesa en Oriente y la falta de consideración que se observa a menudo en algunos países occidentales.
Después de coger el tranvía, hemos caminado por el paseo Esplanadi ofreciéndonos unas vistas espectaculares del Palacio presidencial, residencia oficial de los presidentes. Nos hemos sentado a tomar un café. Enseguida Heikki comenta “que la educación es mucho más que una colección de conocimientos en Finlandia, que es un sistema educativo sustentado en la confianza. La comunidad confía en los colegios, la población confía en los profesores y los maestros confían en los alumnos”. Prácticamente como en mi país, he llegado a decir de forma irónica a Matti.
Continuó explicándome que “los políticos, los pedagogos, los empresarios, los estudiantes…todos saben y creen que la educación es el principal recurso del país para competir en el mercado internacional y para construir una ciudadanía cívica”. Hay una pequeña diferencia con mi país y es que nosotros también lo sabemos, pero no nos lo creemos.
Después de veinte minutos de ferry hemos llegado a una de las atracciones turísticas que no podíamos perdernos: la Fortaleza Marítima de Suomenlinna, un conjunto de seis islas que se encuentran en la entrada de la bahía de Helsinki y que su conjunto es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Me he quedado fascinado por el espectáculo visual de ver la bahía totalmente congelada, nunca había visto bloques de hielo tan grandes en mar abierto. Pero más helado me ha dejado el comentario que Heikki ha hecho sobre los centros educativos: “los colegios tienen autonomía para organizar su programa de estudios. La planificación educativa es consensuada entre los profesores y los alumnos. Los adolescentes dan su opinión sobre las propuestas de los docentes, informan de sus intereses y participan en la organización del curso.” Tuve que abrigarme, no sabiendo muy bien si era frío lo que tenía o simplemente envidia insana.
Hemos llegado al Parque de Töölönlahti, en la bahía de Töölönlahti, es un autentico paraíso para los amantes de los pájaros, y entre sonoros trinos, Matti me dice que la participación de los estudiantes garantiza que se incluyan los temas y las herramientas educativas que les motivan. En las clases de Finlandia se proyectan vídeos de YouTube, se preparan temas investigando en Wikipedia o Facebook, utilizan cómics y escuchan música…” No existe una vida dentro del aula diferente a la vida detrás de sus puertas, y la tecnología, igual que ocurre en sus casas, se utiliza a menudo en clase. En mi país hay una diferencia abismal entre lo que ocurre dentro del aula y fuera de ella, teniendo la sensación de que la escuela está sola frente al mundo.
Matti se ha puesto más profundo, mientras saboreamos una brochetta de salmón, extraordinaria por cierto, y explica que “la autonomía de los colegios se enmarca dentro de un sistema en el que la educación se concibe como algo gratuito e igual para todos. Los niños tienen acceso a centros de enseñanza similares y no pagan por el material. Los colegios proporcionan libros, ordenadores e incluso la comida. La comunidad confía en los profesores porque saben que han sido muy bien preparados. Los alumnos con mejores resultados son los únicos que pueden acceder a la docencia. Los profesores, además, aman realmente su trabajo. Durante las horas lectivas los profesores se ausentan del aula, cuando lo consideran oportuno, para que los adolescentes trabajen solos en sus proyectos. No conciben un sistema de control y tampoco es necesario. La metodología ha abandonado las memorizaciones típicas del sistema educativo de la Ilustración y hace énfasis en el desarrollo de la curiosidad, la creatividad, la experimentación… No es cuestión de transmitir información.”
Mucho he aprendido de este sistema educativo, ahora quiero volver a mi patria para explicar porqué hay países exitosos según el informe PISA. He convencido a Matti para que nos visite el próximo verano.

Durante el viaje de vuelta he llegado a creer que nuestro sistema educativo tiene algunos problemas serios que resolver, pero nada que sea imposible. Desde la ventanilla del avión observo unas parameras impresionantes, unos encinares que me devuelven la ilusión y el convencimiento de que Finlandia no está tan lejos. Por cierto, durante mi estancia en el país no llegué a ver ningún oso polar… y es que no hay nada perfecto.

Por Ramiro Curieses. Publicado en el periódico CARRIÓN

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